El proyecto hidroeléctrico Tumarín es la obra hidráulica y civil más grande que se desarrolla en nuestro país, por lo cual el Gobierno Sandinista a través de las instituciones del sector eléctrico realiza un seguimiento constante a su cronograma de trabajo; siguiendo esta lógica, en días recientes funcionarios de Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), que ejecuta el megaproyecto, presentaron sus avances a autoridades del Ministerio de Energía y Minas (MEM), Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) y ENATREL.
Tres grandes pilares guiaron la estructuración de Tumarín, así lo explicó el Sr. Valter Caldear, Representante de CHN, “lo primero fue asegurar los estudios de impacto ambiental rigiéndonos con altos estándares mundiales, para respetar lo máximo posible a la diversidad natural y a la población, lo segundo es la parte de los trabajos civiles y por último el financiamiento”.
“Los 253 MW (Megavatios) que se generarán una vez entre en operación son significativos en nuestro Plan Indicativo, porque representarán el 25% de la electricidad que se consumirá, además, es fundamental en el cambio de la matriz energética; se espera que en el 2020, el 70% de la generación sea a base de fuentes renovables”, detalló el Cro. Salvador Mansell Castrillo, del MEM y ENATREL. Informó que según lo expuesto por CHN ya se indemnizó a todas las familias que habitan en Apawás, un poblado que será reubicado, y se cuenta con un camino de acceso; antes el llegar hasta este punto sólo era posible navegando sobre el Río Grande de Matagalpa.
Con el nuevo trecho carretero que va desde el municipio de La Cruz del Río Grande hasta Tumarín, se podrá llevar los materiales y maquinarias necesarios para la edificación de la presa, cuarto de máquinas y turbinas. Las obras civiles comenzarán en el 2016, “todavía no se desviará el caudal del río, ya que estamos viendo que el invierno no afecte la construcción”, informó el Cro. Mansell. “Esperamos que en noviembre de 2018 esté generando la primera turbina y las restantes en febrero de 2019”.
CHN afirmó que se mantiene el periodo de ejecución previsto para 4 años, con un costo superior a los US$ 1,000 millones, de los cuales se han invertido US$ 70 millones. Provienen del Banco Nacional de Desarrollo (BANDES) de la República del Brasil y Banco Centroamericano de Integración Económico (BCIE).