Miles de nicaragüenses por primera vez en la historia cuentan con electricidad en sus hogares.
Los lugares más alejados de los centros urbanos difícilmente eran atendidos con proyectos de electrificación rural por parte de la distribuidora, así lo han explicado en innumerables ocasiones directivos del sector eléctrico nacional, la causa es simple: los altos costos de inversión “y la falta de rentabilidad”; esto ha ido cambiando a lo largo de los últimos 7 años. Edwin Guillen, Director Técnico del PNESER, explica que con la llegada de la energía a diferentes comunidades se ha dado un impulso socio–económico a la población atendida.
El proceso
Para brindar el acceso a este servicio básico se trabaja en conjunto con las municipalidades, quienes levantan las necesidades en comarcas, barrios y asentamientos, censando el número de casas y población atendida; una vez que esta información llega a las bases de datos de ENATREL, se inspeccionan los lugares en coordinación con la distribuidora, se realiza el levantamiento técnico y posterior el diseño del proyecto. Luego, se instalan los postes que sostendrán las redes de distribución y así, paso a paso, hasta llevar las acometidas a los hogares, donde se realizan instalaciones internas, a la vez, la colocación del panel de breakers, tomacorrientes, encendedor y apagador, por último el bombillo ahorrador. El Cro. Guillen comenta que el número de bombillos depende del tamaño de la vivienda, “a veces electrificamos casas tan pequeñas que solo es necesario uno, pero hay otras donde se permiten hasta 3, también acompañamos el proceso de instalación de medidores, para lo cual garantizamos las labores de inspección”. Muy importante es el monitoreo de pago de la factura eléctrica; a la fecha se ha logrado un éxito de recolección del 100%, “aquí nosotros ponemos especial atención en el cobro del alumbrado público, que no se debe reflejar pues la normativa eléctrica así lo indica”6 .